lunes, 18 de agosto de 2008

That's all about High Fidelity

High Fidelity o Alta Fidelidad,  película favorita de mi top5 de siempre, protagonizada por el gran John Cusack, y antes libro de Nick Hornby (más que recomendable aunque dificilísimo de encontrar, sobre todo en castellano) empieza con una pregunta: ¿Qué fue antes la música o la miseria?, que viene a ser algo así como qué fue antes, ¿el huevo o la gallina?
Bien, yo hoy empiezo el post preguntándome cosas así. 
Preguntas sin respuesta.
¿Se puede pasar del amor al odio en dos segundos sólo cambiando de canción?
¿Funcionan realmente las canciones como banda sonora en las historias de determinadas personas?
Aunque si me preguntan a mí, yo diría que sí.
Sin dudarlo.
Porque hay canciones que salvan incluso las relaciones más insalvables.

Foo Fighters. The best of you (2005)

(No dejan incrustar el vídeo, pero lo tenéis http://www.youtube.com/watch?v=6DKXGpMGY_o)

C'mere. Editors (Antics, 2003)

jueves, 31 de julio de 2008

La pela es la pela

Yo creo que lo primero de todo desde el principio de los tiempos fue la idea de sacar tajada.
Sino que se lo digan a Justice, que la ha sacado con creces haciendo negocio online con la venta de las camisetas aparecidas en su videoclip D.A.N.C.E.
Eso sí, a Basement Jaxx se le ocurrió la idea antes.


Basement Jaxx - "Do your thing", del álbum Rootie (2001)




Justice - Dance (2007)


martes, 22 de julio de 2008

Modjo o ¡No lloréis, que me voy a casar con ella!

Hoy toca hablar de Modjo, banda de música dance francesa, que bien podría insertarse dentro de la movida discotequera de los setenta. Dieron su pistoletazo de salida con 'Lady' (1998), un tema que más de uno ha bailado en las pistas y que miles de DJ han versionado en toda Europa. Eran los mediados de los noventa, cuando en Francia se vivía una oleada de lo que más tarde se denominaría como funk house, un género que, como la mayoría de los electrónicos, es difícil de catalogar y definir. Los pioneros, eso sí, fueron: Daft Punk y los seguidores: Air, Cassius (que empezó haciendo remezclas para ambos antes de editar su mítico '1999'), un proyecto de corta duración pero fácil de recordar (hablamos de Stardust con 'Music sounds better with you'), Dimitri from Paris, Motorbass, David Guetta y otros muchos. Cada uno con un estilo propio, pero estrechamente vinculados entre sí. ¿O más bien cabría decir loopeados entre sí?.

Juzguen ustedes mismos, que a mi se me van los pies.



Esto es No More Tears de Modjo (2001) Universal.
Más aquí

lunes, 7 de julio de 2008

¡Vivan los robots con kimono!


"Los noventa no habrían sido lo que fueron de no haber sido por una semilla plantada en Japón con The Yellow Magic Orchestra, regada en la new wave norteamericana y germinada en una Europa en ebullición y cargada de rabia y ganas de vivir"
De Loops: Una historia de la música electrónica, escrito por Javier Blánquez y Omar Morera.

Porque los setenta fueron de Kraftwerk, pero los noventa los crearon ellos.
Y porque hoy me siento arcade, para qué negarlo, sí, a mí siempre me volvieron loca los Space Invaders.




Entrada de Yellow Magic Orchestra en wikipedia (en inglés)

sábado, 20 de octubre de 2007

Recomendaciones...

Grupazos que estoy 'descubriendo' últimamente...

Primero de ellos, The Klaxons.


Los muchachos son de Londres y la verdad es que la música es pegadiza a más no poder. Su disco 'Myths of a near future' (primero y último publicado hasta la fecha) fue declarado este año mejor disco del pop británico. Que si te pones a pensar que compiten con grupos como Bloc Party, Editors, Kaiser Chiefs y demás... pues da que pensar. Aquí dejo el tema 'Golden Skans' integrado en su disco debut y single que les otorgó el éxito para permitirse la grabación de este primer sencillo.

Pincháis con el botón derecho del ratón y guardar como ;)


Y más cositas:

Aquí en Illinois , hasta ahora el único grupillo que ha llamado (bastante además) mi atención es Apples in Stereo, muy poperillo, línea brit pop y rock psicodélico (concretamente línea The Beatles y Oasis). Mucha guitarra y estribillos happypoperos, como digo yo. 'The Rainbow' es un gran tema, pero vamos, cualquiera de las canciones del nuevo disco ' New magnetic wonder' está genial. Podéis escuchar algunas de las canciones de sus anteriores discos y también del nuevo en http://www.myspace.com/applesinstereo



Otro que escucho últimamente es un grupo, que a veces me suena a movida madrileña y un poquito de New Order... que se hacen llamar The Sounds http://www.myspace.com/thesounds
A mí personalmente me gustan mucho estas niñas, que podrían ser las versión electrónica de las Pipettes. Tienen dos discos publicados 'Living in America' (2002) y ' Dying to say this to you' del año pasado. Recomiendo para empezar los temas 'Tony the beat' y 'Painted by numbers'. Especialmente este último, creo que es muuy bueno.

Y... para terminar. ..
Esta recomendación está más que desfasada porque el disco ya salió hace tiempo (Febrero de 2007 para ser más exactos), aunque yo no lo he escuchado hasta ahora con detenimiento. Pero es que no me puedo ir sin decir que el disco de Bloc Party 'A weekend in the city' no tiene desperdicio. De esos que se pueden escuchar en bucle durante horas. Tremendo.

viernes, 27 de abril de 2007

Días de vinilo. 21 de abril de 2007



'DÍAS DE VINILO'
La música electrónica



¿Qué es 'Días de vinilo'?

Todos los sábados por la mañana, a eso de la una y diez de la tarde en Punto Radio Málaga (93.4 FM y www.puntoradiomalaga.com ) tengo una sección en el programa de Mayca Sánchez, "Todos a punto". Días de vinilo hace un repaso a los éxitos de hace 30, 20, 10 años hasta la actualidad, con la complicación que ya entrañaba de por sí, yo, que tengo mucho tiempo libre cuando el Doctorado y/u otros vicios no me lo roban, decidí añadir un hilo común que los cohesionara. Así que muchas semanas acabo tirándome de los pelos porque me falta un tema del año 87 que hable de lo bonita que son las flores en primavera, por ejemplo.
En definitiva, en la sección pongo las canciones y Mayca y yo comentamos lo que significaron en la época, por qué fueron y siguen siendo importantes en la actualidad y cualquier curiosidad que considere que es digna de ser mencionada. Cocretamente, éste de la música electrónica me dio más de un quebradero porque la música no podía "trillar" demasiado a esas horas, así que lo hice lo más interesante que pude. No sé si lo conseguí, pero ahí quedó el intento de demostrar, como dije al principio del programa, que la música electrónica no es sólo "chunda-chunda".
Son mis primeros pasos como "critiquilla musical" así que, todavía me queda mucho por andar.
Pero bueno, iré poniendo por aquí el guión de la sección para que os animéis a escucharnos a Mayca y a mí. Que merece la pena. Aunque sólo sea para escuchar a esa pedazo de voz radiofónica que es Mayca, una de las verdaderas profesionales de mi generación que conozco. A la que tanto envidio (sanamente) y de la que tanto estoy aprendiendo a nivel tanto profesional como personal. Pero sobre todo, con la que paso unos grandes momentos los sábados por la mañana, ¡nunca me lo había pasado tan bien trabajando gratis! (y eso dice mucho a su favor).

1977. KRAFTWERK. “Traseurope express”

Hablar de la música electrónica sin mencionar a Kraftwerk es como hablar del reaggea sin mencionar a Bob Marley o explicar el flamenco dejando a Paco de Lucía al margen. La banda alemana de música electrónica marcó los pasos a seguir con un simple mug, que por entonces era lo más básico a lo que podía atenerse la música electrónica. El sintetizador, en su forma más primitiva, aparece a mediados de los sesenta, y esta composición del 77 es una de las más arriesgadas a nivel experimental, ya que se enfrentaban no sólo al hecho de que el sintetizador se veía como un aparato que desvirtuaba el poder del compositor y la música, sino también porque los medios de la época no daban para más.
El éxito de temas como ‘Transeurope express’ o ‘Autobahn’ fue tal, que las pistas fueron empleadas en temas de Afrika Bambata como samples (es decir, como pistas base sobre las que se mezclaba). Y así nació el hip hop.
Así que su influencia podemos decir que es enorme. No sólo sentaron las bases del hip hop, sino que también las del house en Chicago o las del techno en Detroit, y, sobre todo, lanzaron el mercado musical alemán, que se convirtió no sólo en el pionero de la música electrónica, sino que aún hoy se mantiene a la cabeza mundial, con eventos como el Loveparade que se celebra en Berlín todos los años y que congrega a artistas reconocidos de la música electrónica de todo el mundo.
Por otro lado, la música electrónica se incorpora al cine de manera exitosa en la producción de Kubrick La naranja mecánica, donde arriesgadas versiones de Rossini, Bach y Beethoven son versionadas electrónicamente por Kraftwerk en la banda sonora de Walter Carlos.

1987. DERRICK MAY “Strings of life”

La música electrónica se hacía cada vez más compleja. Mientras en Gran Bretaña, la denominada ‘nueva ola’ de los Happy Mondays y New Order se servían de los sintetizadores para las bases de percusión, en el otro lado del charco, se amplió el uso de las bases electrónicas un paso más.
Esto sucedió concretamente en Detroit, una de las ciudades industriales por antonomasia donde se encontraba la fábrica de coches FORD y que ha visto nacer numerosas culturas suburbanas. Allí un joven dj neoyorkino llamado Derrick May aceleró los compases a cuatro por cuatro e introdujo unos beats o latidos que hacían que la música fuera más bailable, al asemejarse a los latidos del corazón. Había nacido el techno con un tema concreto, ‘Strings of life’, que se introdujo dentro del álbum ‘Rythim is Rythim’ y que cuenta en la actualidad con una versión moderna mucho más bailable.

1997. STARDUST. “Music sounds better with you”

Éxito de ventas en todo el mundo, la canción compuesta por el trío francés de música electrónica ‘Stardust’, que literalmente significa ‘polvo de estrellas’. Sobre un sample del artista Chaka Khan, este single revivió la música dance, que se encontraba un poco mustia desde principios de los noventa y parecía que no tenía nada más que dar. Stardust demostró que aún quedaba mucho.
Aunque el trabajo del trío electrónico se reduce únicamente a este single, es digno de ser mencionado porque marcó un antes y un después en la música dance, y fue muy imitado en los años posteriores. Incluso se ha hablado de que no sólo ejemplifica el estilo de música house bailable, sino que incluso la optimiza, significando un soplo de aire fresco a la corriente en esos años.
La influencia se hizo notar en bandas como Daft Punk, cuya estética plateada y futurista podemos ver en el videoclip, en el que un niño se empeña en construir una avioneta mientras la música de Stardust escala puestos en las listas de ventas. Su estilo también esta presente en grupos como Mojo y más concretamente en su canción ‘Lady’.

‘Precious’. DEPECHE MODE. 2005.

La canción se incluye dentro de su disco ‘Playing the angel’ de 2005, cuya gira promocional se realizó el pasado año. Precious fue el primer sencillo, que hablaba de los sentimientos tras la separación de un ser querido. Este disco retoma sus primeras raíces, representando el espíritu de la banda inglesa, que se ha consolidado como una de las grandes del post punk y la electrónica moderna desde su fuerte aparición en la década de los ochenta con la canción Just can´t get enough. Su influencia ha sido notable, sobre todo en bandas españolas como OBK. El año pasado se publicó un disco recopilatorio de la banda y este mismo año se han publicado todas sus obras en vinilo. Banda ampliamente versionada por músicos como Marilyn Manson, The Cure (Personal Jesus) o Hooverphonic, y recientemente por Marta Sánchez (abril de 2007).

miércoles, 25 de abril de 2007

El binomio Lucas-Williams

EL BINOMIO LUCAS-WILLIAMS:
El neosinfonismo épico de
La guerra de las Galaxias (Star Wars, 1977)

"Hace mucho, mucho tiempo..."

En una época en la que se decía que ya no existían herrmanns y que los grandes compositores cinematográficos tocaban a su fin, el retorno al cine épico, de grandes sentimientos, y sobre todo, la generalización del dolby estéreo en las salas de proyección, provoca un nuevo giro. Este retorno a lo que se denominó neosinfonismo, que se produjo de manera definitiva en los ochenta, retomaba la filosofía compositiva de Steiner al más puro estilo años treinta, con un gran tema central y grandes subrayados de acción.

La obra cinematográfica que impulsará esta tendencia es La guerra de las galaxias (Star Wars de George Lucas, 1977), un gigantesco ciclo heroico que había de contar, en su versión final, con nueve episodios, de los que solo se rodaron tres. Para la primera entrega, el episodio IV, Lucas acudió a un joven compositor que supo entender perfectamente el significado del filme, dotándolo de una música de gran amplitud orquestal que sirve de base a naves centelleantes y nuevas esperanzas. Precisamente esta nueva esperanza (como curiosamente se llamó el Episodio IV de Star Wars) se llamaba John Williams, que había dado sus primeros pasos en los filmes-catástrofes de los setenta como La aventura de Poseidón o El coloso en llamas, ambas de 1973 y que también compondrá bandas sinfónicas para Spielberg en Tiburón, Parque Jurásico o Indiana Jones.
Una película como La guerra de las galaxias, que se beneficia de medios de reciente aparición como el dolby, constituye un hito en la historia de la música cinematográfica, del mismo modo que en la historia del cine popular. Como apunta Michel Chion, las novedades potencian este nuevo formato y lo hacen crecer mucho más rápido que ningún otro: "El papel narrativo de la música (que consiste en designar mediante leitmotive a los personajes y entresijos de la historia, los ideales y los símbolos, así como los campos en lucha) no se realiza de forma discreta y subyacente (…) sino que se magnifica y se pone de relieve como nunca antes había ocurrido". El metal y los timbales de John Williams adquieren aquí, gracias a la franja de paso ampliado del Dolby, una eficacia acústica directa que evidentemente no podía tener la gran orquesta de Max Steiner.



Por otro lado, la concepción narrativa del filme se basa en constantes cambios de los escenarios de la acción y entre diferentes escenas paralelas, necesitando numerosos efectos de transición rápida, visualizados por efectos de cortinilla (barridos de pantalla, de derecha a izquierda, o de arriba abajo, para sustituir una imagen por otra) muy de moda en los años treinta y recuperados en esta ocasión, también enlazando con ese homenaje a la música sinfónica que, curiosamente y no sabemos si se trata de una acertada coincidencia, también arrancó en esta década.

El filme de Lucas se enfrenta con una nueva complicación: La música ha de coexistir por vez primera con numerosísimos efectos de sonido: armas futuristas (sable láser), rugido de los motores de las naves espaciales, los bip-bips locuaces de R2D2 o los gruñidos emitidos por una criatura peluda. Por tanto, la música ya no está entretejida o trenzada con los diálogos. Físicamente, su distribución por los altavoces separados de la pantalla le permite integrar un verdadero fondo orquestado, o más bien una especie de “firmamento orquestal” a la vez distante de la acción y estrecha e inmediatamente ligado a ella. Sin duda, el dolby permitió integrarnos con más facilidad en el universo Lucas y en las batallas espaciales. Incluso nos hicieron creer que los disparos láser de las naves en el espacio proyectaban ese ruido punzante y eléctrico (aún cuando todos tenemos muy claro, o eso parece, que los sonidos no se propagan en el vacío y que, por tanto, nos sería imposible oírlos). Es la magia del cine. O el engaño consentido.

Sea como sea, lo primero que nos preguntamos es, estando tan vinculado el género de ciencia ficción con la modernidad y las nuevas tecnologías, ¿por qué no se recurrió a la música electrónica para ilustrar el paisaje galáctico de Lucas?. Esta tipificación musical, que asociaba la sonoridad electrónica con un ambiente futurista, se viene arrastrando desde Planeta prohibido de McLeod Wilcow en 1956, con música de Louis y Bebé Barron. Sin embargo, el proyecto Star Wars no pretende en modo alguno crear un mundo diferente al de las leyendas, antes al contrario, pretende mezclar, de manera sincrética temas, mitos e imaginería de diferentes culturas (como casi treinta años más tarde hará Howard Shore para la trilogía de El señor de los anillos). Del mismo modo que el guión extrae alegremente situaciones y temas explícitamente tomados en préstamo de La flauta mágica, las novelas de la mesa redonda, El anillo de los nibelungos y los cuentos para niños de Frank Baum (El mago de oz), o que la inspiración del vestuario mezcla, como es normal en el género, diferentes civilizaciones, igualmente el sonido del filme combina sin complejos el viejo estilo sinfónico clásico de Steiner, lleno de vivos colores, con los efectos electrónicos vivos y ásperos, inspirados en las puntuaciones sonoras de los videojuegos.


Por tanto, lo más acertado era un tono grandilocuente, con temas ostensibles que magnificasen la aventura épica y la forja del héroe, antes de ilustrar un paisaje futurista con remendos electrónicos que no habrían sido, en este caso, para nada efectivos. En escenas de batalla, por ejemplo, que se ven dominadas por ruidos de detonaciones, la música de John Williams asegura una especie de figuración lejana, manteniéndose en el papel de fiel compañera, mientras que en los momentos de entrada y salidas de personajes y de cambios de lugar, predomina claramente su papel operístico.

Esta fusión de épocas y estilos se puede vislumbrar de manera más que representativa en el episodio del bar galáctico, cuando Han Solo tiene el enfrentamiento con Greedo. Aquí vemos un local claramente en inspirado en un saloon western, donde John Williams parodia un estilo de música específico: el jazz swing que se tocaba en los cabarets americanos clandestinos de los años 20, y que, además, durante los años treinta, la incorporación de este tipo de música en el dispositivo cinematográfico era más que discutida entre la crítica. ¿Podría tratarse de nuevo de un homenaje?

Por último, la ceremonia final evoca una escena muda de ópera, cuya música está escrita por Williams en un estilo afín a Pompa y circunstancia de Edward Elgar, celebérrimo fragmento utilizado por Kubrick en La naranja mecánica. Los créditos finales de La guerra de las galaxias: Una nueva esperanza y El retorno del Jedi son una especie de regocijo musical interpretado con un tutti orquestal, al tiempo que recapitulan el material temático. Al igual que ocurre con la concepción episódica del conjunto, los diferentes temas musicales están destinados a convertirse en personajes, en amigos que reencontramos de filme a filme, compañeros de viaje. Por eso no necesitamos ver a Darth Vader para saber que anda cerca, podemos oír su respiración al ritmo de una música rítmica, oscura y siniestra que nos advierte de su presencia.

SEGUIDORES: Partituras reciente de similares características son las realizadas por Howard Shore para la trilogía épica El señor de los anillos de Peter Jackson, tanto en el tratamiento de escenarios de la Tierra Media con paisajes sonoros (tema de Rohan, tema de Góndor) como en el trato referencial hacia los protagonistas de la saga (el tema de gollum, el tema de los Hobbits, el tema de los Elfos-Concilio de Elrond) o incluso de los instrumentos (el tema de andúril-la espada de Áragorn-). Asimismo, entre los seguidores de Williams encontramos a James Horner (Titanic), Basil Poledouris, George Fenton o Alan Silvestri (Forrest Gump), entre otros. Vinculado a la tendencia, pero más peculiar y menos ostensible es el estilo compositivo de Danny Elfman, compositor habitual de las películas de Tim Burton como Batman o Eduardo Manostijeras. Este autor realiza una revisión sutil y cromática del sinfonismo, dotando de un pinceladas oscuras, tímbricas e inquietas a la música de genéro fantástico, como se puede apreciar en Dick Tracy o Darkman, de Sam Raimi, con el que también ha colaborado en las entregas de Spiderman.


FILMOGRAFÍA DE JOHN WILLIAMS

Fuentes consultadas:
CHION, Michel: La música en el cine. Paidós Comunicación, 1985
LACK, Russell: La música en el cine. Cátedra, 1999
PACHÓN, A.: La música en el cine contemporáneo, 1998
Recomiendo una pieza que me encanta de Williams de una de las entregas más recientes de La guerra de las galaxias (episodios I,II y III), titulada Across the stars. Aparte de toda la partitura escrita para las tres primeras entregas, que es de la que he hablado aquí.