FON ROMÁN

"El legado eléctrico de
Los Piratas"
Málaga. Teatro de Diputación. 6.2.2007.
Sin duda ha sorprendido el ex guitarrista de la emblemática banda Los Piratas en su primera actuación en Málaga, donde algo más de doscientas cincuenta personas acudieron al Centro Cultural Provincial previa entrada (limitada) en mano. El pequeño teatro fue el refugio perfecto para la presentación del primer trabajo en solitario de Fon Román, un repertorio íntimo, personal y, sobre todo, muy eléctrico.
Durante la actuación, Fon demostró que, más tímido pero mucho más arriesgado, se deja llevar por un torrente eléctrico y se permite el lujo de balancearse en un nuevo sonido. Un director de orquesta transgresor que se atreve con varios micros, pedales, ordenadores y teclados, pero que sabe otorgarle el protagonismo justo y pertinente a las guitarras y reconoce cuándo hay que dejar paso a una percusión desaforada. Su directo me recordó a las actuaciones de Dominique A. Coinciden en que a ninguno de los dos parece importarle el hecho de enfrentarse a una multifuncional puesta en escena, no se muestran temerosos cuando deben hacer uso de los arreglos, ni dudan en probar diferentes variaciones musicales, ni son pudorosos cuando ellos mismos se hacen los coros o se sirven de acompañamiento. Y ambos consiguen salir más que airosos del reto.

Sólo se le podría reprochar que faltase repertorio, porque nos quedamos con ganas de más. Sonaron prácticamente todas las canciones de su álbum debut y una canción de Trash of dreams, banda que en algunos momentos puede llegar a recordar a Kraftwerk y que formó junto a Suso Sáiz al iniciar su andadura musical como ex pirata. Pero no hubo más remedio que echar mano de algunos temas de la banda gallega para el cierre que, para qué negarlo, los nostálgicos necesitábamos oír. Se coló ‘Respuestas’ entre repiqueteos de palmas y casi al final apareció ‘Filofobia’ que nos introdujo en los bises, protagonizados en exclusiva por el tema ‘Hoy por ayer’, que puso el cierre a la actuación después de obligar a la banda a regresar al escenario a base de pataleos.
Una hora. Fon Román no necesitó más para demostrarnos que no hace falta ser un pirata para abordar un teatro con éxito. Aunque aún quede rastro de haber llevado un parche en el ojo, su sonido es limpio, directo, sincero, prácticamente nuevo, y no sería justo remitirnos al pasado en busca de comparaciones melancólicas. Puede que su repertorio haya tomado las riendas, más maduras, de la parte electrónica de lo que fueron Los Piratas. Dice Fon que, a veces, es mejor no intentar encontrar respuestas y que el silencio es bueno, por eso probablemente apareció sobre el escenario con una camiseta que mostraba unos puntos suspensivos. Sea como sea, el caso es que para los que estábamos allí plantearnos la cuestión era, irónicamente, inevitable.

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